El Gobierno español está utilizando de forma ilegal desde al año 2.005 el llamado SITEL “Sistema Integral de Interceptación de Comunicaciones Electrónicas”. Este es un sistema informático avanzado, cuyo software le permite la interceptación sin límite, de todas las telecomunicaciones que tengan lugar en España, son una serie de súper ordenadores creados utilizados por las Direcciones Generales de Policía y Guardia Civil, y por el CNI. Es capaz de pinchar todos los teléfonos de España al mismo tiempo. Este programa permite a la Policía rastrear a una velocidad inédita hasta ahora todo tipo de llamadas, consiguiendo esta revolución gracias a estar incardinado en el mismo proveedor de redes de comunicaciones en el que se apoyan las operadoras telefónicas. “Sitel es la propia centralita”. Básicamente es un ordenador que se comunica con los ordenadores de las redes telefónicas para pedirles dos cosas principales:
1) Que le suministren todos los datos acerca de un cierto teléfono (llamadas realizadas, posicionamiento, etc.).
2) Que hagan una copia de las conversaciones mantenidas por un cierto teléfono.
Antes de Sitel el juez ordenaba pinchar un teléfono y, acto seguido, los agentes se ponían a trabajar (ver gráfico). Aportaban al magistrado la conversación grabada y éste decidía qué parte tenía interés —y por lo tanto se incluía en el sumario—, y qué parte no lo tenía —y por lo tanto debía ser destruida—. Como entonces las conversaciones se grababan en cintas no había problemas a la hora de destruir el material.
Ahora, con Sitel, toda su actuación cambia en el fondo y la forma, así los agentes aportan los datos en cuestión en un CD, del que luego deben destruir toda aquellas partes que el juez exija, bien por no afectar al caso, por ser irrelevantes, bien por afectar asuntos de estricta intimidad o cualquiera otra que el juez estime por no ajustarse a derecho, pero el juez no puede saber si esa grabación permanece en la memoria del sistema Sitel o no y, caso de permanecer en la misma, que uso se le dará.
Pero no solo permite las escuchas de carácter personal de cualquier usuario de teléfonos en cualquier momento y en cualquier punto de España sin necesidad de disponer, para ello, de un permiso judicial sino que puede acceder a datos como la identidad de la persona, su domicilio, el número del titular, la cuenta asignada.
Tres tipos de delito podrían estar siendo conculcados por el empleo de este sistema: uno, cuando los policías pinchan un teléfono sin permiso judicial. Dos, cuando lo hacen con permiso judicial, pero no destruyen el material. Y tres, cuando, además de almacenar la conversación, se filtra a los medios.
Félix Sanz Roldán, Director del CNI ya alertó sobre "la ligereza con la que se usan los mensajes de texto de los móviles sobre todo en el uso de sms, dando informaciones que no deberíamos dar ".
Las sorprendentes declaraciones del responsable de la Inteligencia de nuestro país tuvieron lugar en el marco de unas jornadas de la Fundación. Se refería, especialmente, a "aquellas informaciones que entrañan "riesgo", pero en realidad es extensible a todas, ya que gracias a SITEL cualquier conversación puede ser escuchada, sin autorización judicial. Además, el director del CNI dijo que "ojalá" se pudiera estar "como mínimo en el 50 por ciento de protección de información sensible", reconociendo la indefensión en la que quedamos los ciudadanos. Por un lado, el Gobierno tiene la capacidad de espiar cualquier conversación privada que mantengamos, y por otro el director del servicio de Inteligencia nos invita a "tener cuidado con lo que manifestemos", incluso, por SMS.
A partir de los registros contenidos en esos ordenadores que controlan las redes de comunicaciones, podemos obtener, por ejemplo, los siguientes tipos de datos acerca de una persona:
1) Datos de llamadas: podemos saber exactamente las llamadas efectuadas o recibidas por una persona, incluyendo la hora a la que se inició cada llamada y la duración de la misma. Esto nos permite averiguar con qué otras personas se comunica alguien.
2) Datos de posicionamiento: en el caso de los teléfonos móviles, podemos averiguar, en todo momento, desde qué zona se hizo cada llamada efectuada por un teléfono móvil, simplemente consultando la antena que se encargó de realizar la llamada. También podemos averiguar qué otros teléfonos había en esa misma área en ese momento, para así tratar de deducir si una determinada persona estaba acompañada por otras.
3) Datos de uso de terminales: podemos estudiar qué terminales telefónicos se han usado a lo largo del tiempo con una determinada tarjeta de telefonía móvil, para así conocer todos los teléfonos que un usuario ha utilizado a lo largo de los meses pasados.
4) Datos de localización: utilizando técnicas especiales de triangulación entre antenas de telefonía móvil, podemos saber, en tiempo real, por dónde está paseando un cierto usuario y el trayecto que efectúa. Para seguir de este modo a un usuario, basta con que tenga el teléfono encendido; no es siquiera necesario que efectúe ninguna llamada.
5) Determinación de la identidad: gracias a las nuevas normas aprobadas por el gobierno de Zapatero, ahora todos los usuarios de telefonía móvil deben identificarse en el momento de comprar una nueva tarjeta telefónica. Las bases de datos de la red de comunicaciones permiten identificar así, fácilmente, a las personas que mantienen una determinada conversación.
6) Contenido de las conversaciones: por supuesto, podemos grabar una copia exacta de todas las conversaciones telefónicas que nos interesen, porque basta con decirle a la red que almacene en su memoria, o en un disco, todas las conversaciones de un cierto usuario.
7) Mensajes SMS: se puede también realizar una copia de todos los mensajes SMS que los usuarios transmitan a través de sus teléfonos móviles.
8) Correo electrónico: los mensajes de correo electrónico también pasan de un ordenador a otro durante su transmisión, de modo que se puede realizar una copia de su contenido en cualquier punto intermedio.
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